Generalmente los cierres de año nos sorprenden con balances de lo que vivimos en los ultimos 365 dias. Muchas veces miramos hacia atrás y hacemos el recuento de los objetivos que nos propusimos cumplir durante el año, y lo contrastamos con la realidad de lo conseguido. Aquí es donde un manto de realidad nos deja de cara al compromiso que hemos puesto durante el año, para cumplir (o no) con esos objetivos. ¿Cual ha sido mi compromiso con los objetivos propuestos?
Es así que podemos darnos cuenta de que muchos de esos objetivos fueron abandonados semanas después de haber sido formulados; cayendo muchas veces en los brazos del olvido, de no ser porque los dejamos anotados en aquel cuaderno, o en el Block de notas de nuestro ordenador, o vaya uno a saber donde. Casi que correríamos riesgo de ni siquiera recordar que es lo que nos habíamos propuesto. ¿Bajar de peso? ¿Ahorrar?¿Hacer ejercicio? ¿Pasar mas tiempo con mis hijos? y la lista puede ser tan larga como nosotros queramos hacerla.
Entonces surge la primera pregunta: ¿He elegido mal mis objetivos? ¿Han sido estos demasiado ambiciosos?
Permitame el lector aventurar una respuesta, basándome absolutamente en suposiciones. Intentemos con un breve listado.
Es muy común subestimar el objetivo (creyendo que será muy fácil) lo que muchas veces nos lleva a plantearnos demasiados objetivos juntos. Mejor poco y bien, que mucho y mal.
Otro error común es plantear objetivos genéricos difíciles de medir. Por ejemplo: Bajar de peso. ¿Cuántos kg quiero bajar? ¿En qué tiempo? ¿De qué manera? Al fin de cuentas bajar de peso se puede bajar de muchas maneras. ¿Será que lo que quiero es mejorar mis hábitos alimentarios? ¿Cuáles de todos esos hábitos? Y podemos seguir haciendo preguntas (las que debería de hacerse el lector) para ir afinando con mira láser y facilitar el cumplimiento de los objetivos planteados. Haga que su objetivo sea especifico.
Recuerde el lector la metodología SMART al momento de plantearse un objetivo: S (specific o específico), M (medible), A (alcanzable), R (relevante), T (tiempo de obtención). Es una metodología que le ayudará mucho al momento de plantear sus objetivos anuales.
Otro punto muy interesante de ver al momento de plantear objetivos, es cada cuanto vamos a revisar El Progreso que vamos teniendo. ¿Semanalmente? ¿Trimestralmente? La revisión depende de cada objetivo, pero recomendamos que sea entre quincenal y mensual para aquellos objetivos relacionados con "hábitos" dado que generalmente tienen que ver con actividades que desarrollamos a diario, y es por eso que su seguimiento tiene que ser cercano, para poder corregir las posibles desviaciones u omisiones.
Puedo continuar con el listado pero la idea no es aburrirlo con demasiados puntos, de manera que all llegar al último se haya olvidado del primero. Por el contrario, la idea de este texto es animarlo a ponerse objetivos retadores, aprovechando el inicio del año. Y que mejor si estos objetivos se relacionan con la salud, los buenos hábitos alimentarios, la actividad física, obtener un peso saludable, etc. Me refiero a estos objetivos ya que son los que en los que YO particularmente me enfoco y sobre los cuales tengo mas herramientas para ayudar a la gente, pero desde luego que Usted puede plantearse el tipo de objetivo que desee.
Es muy importante conocer que muchas veces no obtenemos los resultados que pretendemos, por haber planteado mal el objetivo. Ánimo. Es inicio de año, y podemos emprender un camino de bienestar si realmente delineamos bien el camino a seguir.
Permítame entonces preguntarle ¿Que objetivo quiere conseguir en este 2024? Me pongo a sus órdenes, en caso de que requiera algún tipo de apoyo.
Nos seguimos leyendo en la Proxima entrada del Blog.
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